jueves, 4 de enero de 2018

Artilugio número dos: las pezoneras

Solucionado el problema del frenillo, el siguiente paso era vernos en acción.

"Vamos a ver cómo mama", y saqué mis pezoneras. Sinceramente, en aquél momento no imaginaba dar de mamar sin ellas, porque nos habían acompañado desde el día que salimos del hospital.

Una de las enfermeras me las trajo a la habitación cuando nos dieron el alta. Sí. Tampoco fueron suficientes cinco días allí para que a alguien se le ocurriese la brillante idea de recomendármelas. Su argumento fue: "Como ya ha tomado biberón, le resultará más fácil cogerse con ellas"

En efecto, el hecho de que la pezonera cree una especie de "tetina" uniforme ayuda a que los bebés no rechacen el pecho una vez que conocen la tetina del biberón. Yo sabía que se podían usar cuando los pezones estaban muy dañados, para evitar el contacto directo con la boca del bebé, pero no era mi caso. Así que entendí que no me las hubiesen ofrecido antes.

En aquél momento yo era incapaz de ver más allá. Pero días después, desde la tranquilidad de mi casa fui ordenando todos y cada uno de los errores que se cometieron en nuestra lactancia por parte de los profesionales que nos asistieron. Y todos tenían un denominador común: se intentaba solucionar un problema sin conocer la causa. Fracaso asegurado.

Porque, queridas matronas, las pezoneras también se usan para facilitar el agarre. Y no son algo definitivo, no seamos extremistas. Se pueden usar temporalmente y más tarde entrenar la postura, la posición y el agarre para conseguir una succión óptima. Y ahora lo sé. Pero entonces no sabía nada de nada.

Y como cualquier consejo era bien recibido, le di la bienvenida al segundo de los artilugios que nos ayudaría en nuestra particular carrera de fondo. (La historia del primero vendrá en otro momento, tampoco tiene desperdicio).

Cuando May vio el agarre de Mar me propuso probar sin pezoneras. Así, ¡a la aventura! Y con su ayuda nos hizo ver que sólo era cuestión de práctica, y paciencia. Mucha paciencia.

Y nos habló del relactador...

No hay comentarios:

Publicar un comentario